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El paciente sabe pensar | Terapias que culpan

El psicoanálisis no se trata de convencer a las personas de lo irracional de su pensamiento.

El diálogo socrático, tan presente en métodos psicológicos como la reestructuración cognitiva o la logoterapia de corte fenomenológico, confiere al psicólogo la función de organizar un debate con el paciente sobre la racionalidad de su pensamiento, sobre su lógica, para así cuestionar supuestas creencias disfuncionales.

Bien, pues esto tiene al menos dos puntos importantes. La primera idea es que si algo no es racional es directamente desechable y debe ser reemplazado, inmediatamente, con algo racional. No hay espacio para la escucha de la finalidad de eso. Esto tiene una consecuencia fundamentalmente avasallante con la singularidad del sujeto, y es que se está culpando al paciente de no ser lo suficientemente racional para actuar en sociedad. Se está alienando al paciente, a la realidad que lo enferma, a su malestar.

Por otro lado, el paciente sabe pensar. Los pacientes neuróticos saben que hay cosas que piensan, hacen y dicen que no tienen lógica, que son irracionales, por eso piden consejo y hablan con otros por fuera del consultorio. No hace falta estudiar para decirle en sesión que lo que piensa no tiene sustento ni está producido por el raciocinio. Por el contrario, el paciente neurótico tiene una voz interna, el Superyo, que es mucho más fuerte, permanente y sádica que cualquier agente externo.

Si el psicólogo está en la función de convencer al paciente, usando la mayéutica, está en posición de promulgar esa voz que castiga al paciente, que lo hace sentir menos y que le reprocha. Entonces la intervención se ha creado en un escenario que no tiene terapéutica, sino que ataca al paciente y provoca un derrumbe de su historia por estar manchada con lo irracional.

Lo que se gesta allí es un diálogo del orden de lo imaginario que escala para determinar, imaginariamente, quién tiene la razón, pero eso no transforma la realidad del paciente que sufre.

En cambio, la función del psicoanalista es la de hacer una intervención que permita leer eso irracional de otra forma. Debe ejercer una transformación en eso ilógico que aqueja al paciente para proveer sentidos nuevos, otras formas de comprender eso; y en retrospectiva las cosas se mueven. En psicoanálisis se entiende que lo que se quiere decir, dice más de lo que quiere decir.

Validar que el paciente haga cosas irracionales que lo hacen sufrir es estar dispuesto a escuchar lo que no tiene sentido sin apresurarse, sin desmentirlo, sin pasar por encima del sujeto que encontró en eso ilógico una forma de seguir adelante aunque le haga sufrir.

Sin la escucha no hay camino al entendimiento, hay que rescatar lo irracional, lo ficticio y la tontería.

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